1. Propósito: ¿Qué quieres aportar al mundo? 2. Metas a largo plazo: ¿Qué deseas lograr en las áreas importantes de tu vida? 3. Valores: ¿Qué principios rigen tus acciones? 4. Impacto deseado: ¿Cómo quieres ser recordado o qué legado quieres dejar?
Al definir el propósito, las metas, los valores y el impacto deseado, creamos una visión personal que nos motiva y guía en cada paso. Estos elementos nos permiten vivir con mayor sentido y coherencia, asegurando que nuestras acciones contribuyan al legado que queremos dejar.